Hola Pandora, ahora vivirás aquí en vez de en la antigua libreta, espero que te sientas cómoda.
Bueno, vamos a empezar con una pequeña anécdota que necesito compartir contigo y que me ocurrió hace escasos momentos.
Estaba en un quiosco, esperando para pagar una compra, y a mi lado se puso un chico negro que había cogido dos chicles de 5 céntimos cada uno, y pretendía realizar el pago con monedas de 1 y 2 céntimos. El chico intentaba captar la atención de la dependienta para darle el dinero, sin éxito alguno.
Al principio pensé que simplemente no se daba cuenta, pero después, cuando éste lo dijo en voz alta y la mayor mueca de desprecio apareció en su cara, me aclaré. La muy idiota -por llamarla de alguna manera- no tenía la decencia de decir un 'sí, vale' siquiera. Se veía que él no era tonto, captaba la situación, y no tuvo más remedio que dejar el dinero sobre el mostrador y marcharse con toda la dignidad que pudiese.
Obviamente yo me quedé de piedra, mientras que la otra chica que estaba siendo atendida parecía no darse cuenta, o en tal caso, se hacía la loca.
Si te soy sincero, no sé por qué me molestó tanto, lo pienso y no puedo profundizar en el origen de todo esto, pero lo único que sé es que me quedé con ganas de darle una lección de moral a esa pobre infeliz, que me hizo darme cuenta de que no estoy tan perdido como pienso.
Ahora dime, ¿en qué clase de mierda moribunda se ha convertido el ser humano?.
Gracias por estar ahí.
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