Otro de mis graves defectos es pensar siempre que todos están contra mi, supongo, bueno, sé, que eso es debido a mi gran inseguridad, pero tranquila, poco a poco la voy superando. Cambié mucho respecto a eso en cosa de un año, aunque por momentos sienta que vuelvo a estar en el mismo punto de siempre. Recaídas.
Eso también, las putas recaídas, cuando pienso que ya he superado un obstáculo más, ahí llega la jodida recaída que me hace volver a estar en el paso 0 del proceso. No sé. Yo que sé.
Realmente sólo quiero que me quieran, y me quieren, pero nunca como yo quiero que me quieran ni quien quiero que me quiera. Esa necesidad no me deja disfrutar de los que me quieren de la manera en la que yo no quiero que me quieran y eso me jode, mucho.
Madre, tengo 17 y soy así, imagínate a los 25. Tengo que dejar de drogarme, eso no hace más que agravar toda esta situación.
Otro de mis mayores impedimentos para alcanzar la felicidad es que no la quiero alcanzar. Na, mentira, es que siempre me canso de todo y de todos. De amigos, de conocidos, de gente que sigo en Twitter, ya sabes, de todo mi entorno, incluso de ti. Y no sé cómo actuar ante eso. Creo que no es normal.
Sé querer a mis amigos, pero siempre me pasa eso de llegar a un momento de saturación máxima en el que no quiero nada más que mandarlo todo a la mierda e irme un tiempo a una puta isla a estar solo y no tener que depender de NADIE.
QUIERO ESTAR SÓLO Y NO AL MISMO TIEMPO. ¿Sabes lo que es esa sensación?
Toda la culpa es de O, ¿o no?
No, la culpa es mía, por tener tantos trastornos.
Tengo muchos más, pero no quiero machacarme tanto, que mañana tengo que ir al insti y quiero lucir fabuloso, con desahogarme hasta este punto ya me siento mejor. Todavía tengo que ver el último capítulo de AHS que emitieron, ah, y hacerme las cejas, que dura es mi vida.
Esta frase es demasiado. La he puesto de bio en Twitter.
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